El pintor italiano Bruno Amadio, conocido por el seudónimo con el firmaba sus obras, Giovanni Bradgolin, pintó en su día una serie de 27 cuadros bajo el extraño título de Niños llorando. Esta serie tuvo mucho éxito en varios países, desde España o Inlgaterra hasta Turquía.
Hasta aquí todo normal sino fuera por la oscura leyenda que acompaña a estas obras ya reconocidas por todos como las de “el pintor maldito“, y es que, no se sabe como, empezó a circular el rumor de que los niños representados en los cuadros eran residentes de un orfanato y que todos ellos murieron abrasados en un incendio.
Lo cierto es que los cuadros adquirieron la cualidad de estar “malditos” y de traer con ellos la desgracia a sus poseedores…Bien por coincidencia o no, lo cierto es que algunas casas donde se exhibían estos cuadros se incendiaron, quedando, para asombro de bomberos y propietarios, los cuadros intactos entre los restos calcinados…
Pero la leyenda va más allá, a partir de los incendios se empezó a decir que en uno de los cuadros, si lo giras a 90 grados en sentido de las agujas del reloj puedes ver el rostro de un demonio, que por al noche en las casas se escuchan lamentos lejanos de las almas de los niños atrapadas en sus retratos…
Poco se sabe de estos cuadros y de su autor, donde empieza la leyenda y termina lo real no esta muy bien definido pero lo cierto es que hay muchísimos testimonios de personas que cuentan desgracias y calamidades relacionadas con estas tristes pinturas…